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El CIS catalán confirma la temida fuga de votos a Aliança Catalana por parte de Junts per Catalunya. La encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat publicada esta mañana deja como principal titular el significativo salto del partido independentista de extrema derecha, liderado por la alcaldesa de Ripoll (Girona), Sílvia Orriols, a costa de la pérdida de apoyos que experimentaría la formación presidida por Carles Puigdemont.
Aliança pasaría de sus actuales 2 escaños a una horquilla de 8-10, mientras que los neoconvergentes verían menguado su resultado de los 35 diputados logrados en las elecciones autonómicas del pasado mayo a una estimación de entre 27 y 29. El anterior sondeo del CEO, publicado en noviembre, ya había avanzado esta tendencia, cuando situaba a JxCat con 30-32 representantes y a la fuerza ultraderechista impulsada en 2020 por Orriols con 6-7 actas.
El PSC, por su parte, seguiría en cabeza con 41-43 escaños (ahora tiene 42) y Esquerra Republicana experimentaría una tímida recuperación desde los 20 actuales a 21-23. Las expectativas electorales de los otros cuatro partidos con presencia en el Parlament no presentarían apenas cambios respecto al escrutinio del 12 de mayo. El PP obtendría 14-16 diputados (ahora, 15) y Vox, 10-12 (11). Las últimas fuerzas de la Cámara serían Comuns y la CUP, con números idénticos o similares a los actuales. Los primeros conseguirían 6-7 parlamentarios (ahora, 6) y el partido independentista, hoy con 4 escaños, lograría 3-4.
Después de perder hace casi un año la mayoría absoluta por primera vez desde 2015, el independentismo volvería a quedar por debajo de los 68 escaños necesarios. En su escenario más favorable, los cuatro partidos secesionistas (JxCat, ERC, CUP y Aliança) sumarían 66 escaños.
Por contra, la unión de PSC, Esquerra y Comuns que permitió en agosto la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat revalidaría la mayoría absoluta. En sus horquillas más bajas llegarían a esos 68 diputados, la cifra que reúnen actualmente las tres fuerzas en el Parlament. Tomando como referencia los valores más elevados de la estimación del CEO, el pacto tripartito dispondría de 73 escaños. Una alianza que sería más sólida numéricamente que la actual, pero que igualmente dejaría al PSC en una situación de total dependencia de sus teóricos socios como la que ha provocado que Illa no haya podido aprobar sus primeros Presupuestos autonómicos tras el rechazo del líder republicano, Oriol Junqueras, a llegar a un acuerdo con el Govern. Esta debilidad parlamentaria ha quedado patente en el debate monográfico, iniciado el martes y que hoy concluye, sobre la crisis en Rodalies por las numerosas incidencias producidas en las últimas semanas en el servicio ferroviario de Cercanías.
Por otra parte, el PSC también sería la fuerza más votada en las elecciones generales en Cataluña, con entre 19 y 21 diputados (en los comicios de 2023, logró 19), mientras que la pugna independentista se decantaría del lado de ERC, aunque con un margen muy estrecho. Los republicanos obtendrían 7-8 escaños y Junts, 6-8. Ambos partidos tienen ahora mismo 7 representantes en el Congreso.
El trabajo de campo de la encuesta ha contado con 2.000 entrevistas realizadas entre el 14 de febrero y el 14 de marzo, un periodo con varios flashes en la política catalana. Por un lado, el doble pacto entre el PSOE y JxCat para traspasar a Cataluña competencias en inmigración y el más reciente sobre el reparto de menores migrantes entre comunidades autónomas. Por otro, el frustrado intento de moción de censura contra Orriols en el Ayuntamiento de Ripoll después de que Puigdemont frenase, a última hora y por cálculos electorales, el acuerdo de la dirección local de los neoconvergentes con Esquerra y el PSC para desbancar a la alcaldesa de Aliança Catalana y formar un Gobierno municipal alternativo con apoyo externo de la CUP.
En paralelo, los socialistas han llegado a distintos acuerdos con ERC para avanzar en el traspaso integral de Rodalies, la financiación singular y la condonación del 22% de la deuda catalana con el Estado correspondiente Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Independencia de Cataluña
El primer barómetro del año del CEO detecta un nuevo descenso en el apoyo a la independencia entre los catalanes, que por primera vez en la serie iniciada en 2015 cae por debajo del 40%. En esta encuesta, los partidarios de la secesión llegan al 38%, mientras que los contrarios suponen el 54%, la misma cifra que en el sondeo publicado el pasado mes de noviembre, cuando el rechazo alcanzó su pico más alto en estos diez años.
El no en un hipotético referéndum de autodeterminación de Cataluña se ha impuesto al sí en todos los barómetros del ente demoscópico de la Generalitat desde junio de 2019. Las "relaciones Cataluña-España" aparecen en este sondeo como el octavo problema para los ciudadanos de la región en un listado en que el acceso a la vivienda destaca en primer lugar.