Sala de máquinas

La señora de la que me habla

Penalmente es lícito callar para protegerse, pero el silencio público resulta atronador, incluso para Sánchez

Dado que Rajoy ahora le parece a Sánchez un modelo a seguir en lo que tiene que ve con dar explicaciones (o eludirlas) sobre los asuntos turbios, bien podemos acabar viendo al presidente del Gobierno respondiendo a la prensa y al mismo juez Peinado sobre ... los negocios de Begoña Gómez conforme al manual marianista: «esa señora de la que usted me habla», «la persona por la que usted se ha interesado», «la persona a la que acaba usted de citar»... En fin, con todo lo que sirva para poner tierra de por medio. Ya se verá hasta dónde alcanza la responsabilidad penal, pero políticamente es inasumible que la esposa del jefe del Ejecutivo (por muy enamorados que estén) monte desde La Moncloa un tinglado en el que involucra a una universidad, varias empresas del Ibex de sectores regulados y un empresario para financiar su proyecto que luego recibirá recomendaciones y una lluvia de millones a través de contratos públicos. Penalmente es lícito callar para protegerse, pero el silencio público resulta atronador, incluso para Sánchez.